Por Ainhoa Azkarate
Un año más, una conocida casa cervecera ha publicado un spot publicitario con la llegada de la primavera. Esta vez no trata de amores de verbena o de escapadas en barco con una canción de fondo que suene a verano. Los grandes chefs de España entran en escena. La manera en la que queda representada la alta cocina y la hostelería en esos segundos publicitarios da pie a lo que podría ser una larga reflexión. Especialmente, la (no) representación femenina que nos encontramos. De los cuarenta chefs que participan, cinco son mujeres.
La cocina siempre ha estado unida a la mujer, eso sí, en la esfera privada, en el espacio del cuidado. La profesionalización de la cocina ha llegada en las últimas décadas con nombres masculinos al frente. En Euskadi tenemos el mejor de los ejemplos de esa incorporación de la cocina a la esfera pública, el movimiento de la Nueva Cocina Vasca. Aun así, pasar de la esfera privada a la publica parece exigir un grado de sofisticación que al parecer solo es posible de la mano de los cocineros. En el grupo de trece cocineros que formaron la Nueva Cocina Vasca, como proyecto de vanguardia gastronómica en Euskadi, solo encontramos a una mujer, Mª Jesus “Tatus” Fombellida. En el camino se pierden los nombres de todas las madres y abuelas a las que los grandes chefs hacen referencia al preguntarles por su inspiración.
Como se puede escuchar en el anuncio que antes mencionábamos, “dicen que estamos en un momento de transformación total, que nada volverá a ser como era”. Puede que también sea momento para que esas mujeres, que son parte de la gastronomía tradicional y vanguardista, pasen a ocupar puestos de decisión y comunicación en el escenario público de la gastronomía actual.
Si te interesa este tema te recomiendo: “¿Oído? Ellas, la voz de la gastronomía” un documental de Sara Cucala sobre las experiencias de 15 mujeres en el ámbito de la gastronomía.
