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ONDARE UP OTXARKOAGA! CONOCE LA INICIATIVA DIVERSITOURS




El 31 de marzo se llevó a cabo una jornada organizada por UN Etxea en colaboración con el Centro Formativo de Otxarkoaga, como parte del proyecto ‘‘Patrimonio Cultural Inmaterial y Desarrollo Sostenible’’ que UN Etxea está realizando en el 2023 con el apoyo del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.


Este proyecto está relacionado con el objetivo 11 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que consiste en lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, bajo el principio global de no dejar a nadie atrás, y en las que el patrimonio cultural y natural tenga un papel fundamental en la creación de ciudades habitables.

La jornada tuvo como objetivo visibilizar el patrimonio cultural del barrio San Francisco de Bilbao, plasmando, de esta manera, en la diversidad cultural de sus vecinos, las personas que lo habitan. El patrimonio cultural es un recurso que se debe gestionar, proteger y salvaguardar cuidadosamente, ya que desempeña un papel transversal en los pilares económico, social y medioambiental de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


DIVERSITOURS es una propuesta educativa y comunitaria de rutas guiadas para mostrar la riqueza y la diversidad cultural que presenta la ciudad de Bilbao. El proyecto ofrece la oportunidad de pasear por barrios con una significada historia pasada y presente de migraciones y convivencia intercultural. La experiencia piloto se desarrolla en los barrios de San Francisco, Bilbao La Vieja y Zabala con la participación de la entidad KOOP SF 34.


DIVERSITOURS y Ondare Up Otxarkoaga! comparten la curiosidad por explorar nuestro patrimonio más cercano y aprender a través de él, y mediante ello, dejar atrás los estereotipos y estigmatización que sufren ciertos barrios o zonas de la ciudad. De esta manera, se cambiará el enfoque con el que se perciben estas comunidades, detectando sus cualidades fuertes y reconociendo la diversidad cultural como un valor y una riqueza, en lugar de ser un elemento que contribuye a la marginalización y segregación residencial, es decir, que determinados grupos acaban viviendo de alguna forma ‘‘separados’’ del resto de los residentes urbanos en función de sus distintas características o factores sociales que se interseccionan.


Empezamos la visita reuniéndonos en el horno de calcinación de la Mina San Luis (en la Plaza Saralegi), una instalación perteneciente al contexto de las explotaciones mineras que existían en Bilbao. Debido a esta actividad minera, esta zona tuvo varias olas de inmigración entre las décadas de los 40-70. A finales de la década de 1970, el área metropolitana de Bilbao comenzó a sufrir un declive económico como consecuencia de una depresión de la actividad industrial de la ciudad, que acabó afectando notablemente la población y el empleo en las décadas de 1980 y 1990.


A continuación, nos adentramos por las calles del barrio de San Francisco, deteniéndonos en la Plaza de los Tres Pilares, donde hubo un lavadero público hasta los años 70. Este lugar fue reservado exclusivamente para mujeres. Era un trabajo duro que conllevaba aguantar mal tiempo y trabajar en posturas incómodas, pero por otra parte estos lavaderos se convirtieron en espacios públicos de sociabilidad para estas mujeres.


Visitamos el edificio BBK Kuna – La Casa de los ODS, que se construyó alrededor de los años 1914-1916 y anteriormente se utilizaba como una la primera guardería de la ciudad, actualmente es un espacio de innovación social en el que participan diversos agentes vinculados a los ODS para ofrecer a la sociedad vizcaína múltiples soluciones que den respuesta a los retos del futuro. Junto a Kuna se encuentra el Puente de San Antón, anterior incluso a la Carta Fundacional de Bilbao (1300), es tan emblemático que hasta forma parte de su escudo. Se produjeron frecuentes destrucciones que obligaron en ocasiones a realizar en él reconstrucciones. El puente actual de San Antón es de principios del siglo XX y une el Casco Viejo con Bilbao la Vieja.


Nos detenemos en la placa que hace homenaje a Rafael Padilla, conocido por su nombre artístico “Monsieur Chocolat’’, el primer artista negro de la escena francesa. Nació en Cuba en 1865 aproximadamente, siendo niño se trasladó a Europa y estuvo trabajando en Bizkaia como esclavo. Estuvo desempeñando distintos trabajos en Bilbao, donde conoció a Tony Grince, un payaso quien lo contrató como ayudante y criado. Este ocasionalmente lo incorporaba en sus actuaciones y de esta manera consiguió salir del país. En 1886 llega a París y se convierte en una de las grandes estrellas del Nouveau Cirque.


Nos dirigimos a las ruinas arqueológicas del antiguo convento de San Francisco, en la Plaza Corazón de Maria. Se trata de los restos de un convento franciscano del siglo XV. Las guías también nos han explicado que en esta plaza se encuentran varios tipos de asociaciones que tienen como objetivo proporcionar ayuda y diferentes recursos a las personas migrantes que llegan de otros países y no saben por dónde empezar.


Por último, visitamos el espacio de KOOP SF 34, una asociación sin ánimo de lucro que tiene el objetivo de guiar y apoyar a los jóvenes emprendedores y que constituye una red de apoyo que les permite desarrollarse social y económicamente. Empezó como una tienda de artículos de segunda mano, y hoy en día tiene actividades como: jiu-jitsu, boxeo, capoeira, idiomas, reparaciones, costura… Se trata de un espacio único que une a profesionales que no comparten la misma actividad para trabajar de manera colaborativa. Su objetivo principal es aprovechar el talento de las culturas presentes en el barrio (que no se ha podido desarrollar debido a la falta de oportunidades y formación) y redirigirlo por el camino adecuado.

Además de las paradas comentadas, también nos detuvimos en algunas plazas que se consideran importantes puntos de encuentro para ciudadanos de diferente origen: cameruneses, senegaleses… Por ejemplo, la Plaza del Doctor Fleming, dedicada al descubridor de la penicilina.


Podemos ver que San Francisco es un barrio que está pasando por un profundo proceso de transformación urbana. Los vecinos de este barrio promueven la recuperación de San Francisco, intentando abrirlo al resto de la ciudad y atraer visitantes tanto del resto del área metropolitana como de otras comunidades o países. En conclusión, actualmente constituye un ‘’espacio de posibilidades’’ gracias a las múltiples iniciativas creativas por parte de sus habitantes, sin perder su histórica esencia.


Autora del texto y de la imagen: Paula Andreea Berinde, alumna de 4º curso del Grado de Derecho de la UPV/EHU, en prácticas en el área de Cultura de UN Etxea.

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