Por Naiara Álvaro
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dispone que todas las personas tienen derecho a disfrutar de sus Derechos Culturales, como parte integrante de los Derechos Humanos. De todas formas, las personas con diversidad funcional no siempre tienen la posibilidad de acceder al patrimonio cultural. Por fortuna, en los últimos años han aparecido nuevas iniciativas para combatir este problema, como por ejemplo, Vila Museu.
Este museo de Alicante no solo dispone de ascensor es, rampas y aseos accesibles, sino que también cuenta con sillas de ruedas de préstamo, sillas portátiles para las personas que no puedan estar de pie por un tiempo prolongado e incluso una zona de abrevadero para perros guía.
Además, sus exposiciones están adaptadas a personas con necesidades de accesibilidad visual, auditiva e intelectual: carteles con iluminación y contraste suficiente, audiodescripción, bucles magnéticos para audífonos, vídeos con subtítulos o LSE, textos adaptados de lectura fácil, paneles de pictogramas, etc.
Imagen: Vila Museu
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