Foto: Dell Technologies
UNESCO ha lanzado la Declaración Universal de la Inteligencia Artificial con el objetivo de ofrecer una guía a los Estados miembros parte de este organismo de Naciones Unidas para “afrontar de manera responsable los efectos conocidos y desconocidos de la Inteligencia Artificial (IA) en los seres humanos, las sociedades y el medio ambiente y los ecosistemas”.
Esta nueva Declaración pretende coordinar el avance del desarrollo tecnológico con el respeto por los Derechos Humanos, el Estado de Derecho y la lucha contra la discriminación.
Inteligencia Artificial y diversidad cultural
Uno de los asuntos que más preocupa a UNESCO es el peligro que corren las diversidades culturales debido al poder homogeneizador que ha demostrado tener la Inteligencia Artificial.
El texto pone de manifiesto el poder de las plataformas streaming como Netflix a la hora de clasificar y recomendar el contenido por intereses puramente económicos, sin hacer ningún tipo de reflexión sobre la diversidad cultural y lingüística de la plataforma. En este sentido, la Declaración ¨alienta a los Estados Miembros a que incorporen sistemas de IA, cuando proceda, a la preservación, el enriquecimiento, la comprensión, la promoción, la gestión y la accesibilidad del patrimonio cultural material, documental e inmaterial, incluidas las lenguas en peligro y las lenguas y conocimientos indígenas, por ejemplo, introduciendo o actualizando programas educativos relacionados con la aplicación de los sistemas de IA en esas esferas, cuando sea apropiado, y asegurando un enfoque participativo, dirigidos a las instituciones y al público.¨
Otras de las recomendaciones que hace la Declaración es animar ¨a los Estados Miembros a que examinen y aborden las repercusiones de los sistemas de IA en la cultura, especialmente de las aplicaciones de procesamiento del lenguaje natural (PLN), como la traducción automática y los asistentes de voz, en los matices del lenguaje y la expresión humanos. Esas evaluaciones deberían contribuir a la elaboración y aplicación de estrategias que maximicen los beneficios de esos sistemas reduciendo las desigualdades culturales y mejorando la comprensión humana, así como haciendo frente a las repercusiones negativas, como una menor utilización, que podría conducir a la desaparición de lenguas en peligro, dialectos locales y variaciones tonales y culturales asociadas con el lenguaje y la expresión humanos.¨
Sobre el papel de los creadores en este nuevo espacio, UNESCO ha recomendado que ¨los Estados Miembros deberían promover la educación en IA y la capacitación digital de los artistas y los profesionales creativos, a fin de que puedan evaluar la idoneidad de las tecnologías de la IA para utilizarlas en su profesión y contribuir a la concepción y aplicación de tecnologías de la IA adecuadas, ya que estas tecnologías se emplean actualmente para crear, producir, distribuir, difundir y consumir una variedad de bienes y servicios culturales, teniendo en cuenta la importancia de preservar el patrimonio cultural, la diversidad y la libertad artística.¨ Igualmente, manifiesta la importancia de regular la propiedad intelectual: ¨Los Estados Miembros deberían promover nuevas investigaciones en la intersección entre la IA y la propiedad intelectual, por ejemplo, para determinar si hay que proteger con derechos de propiedad intelectual las obras creadas mediante tecnologías de la IA y la manera de hacerlo. Los Estados Miembros también deberían evaluar cómo afectan las tecnologías de la IA a los derechos o los intereses de los titulares de derechos de propiedad intelectual cuyas obras se utilizan para investigar, desarrollar, entrenar o implantar aplicaciones de IA.¨
El caso de España
En el caso de España, desde 2018 contamos con la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, la cual recoge los derechos de toda la ciudadanía española en el entorno digital. El 14 de julio de este año 2021, el Gobierno anunció la Carta de Derechos Digitales. Esta carta incluye seis categorías principales de derechos: derechos de libertad; derechos de igualdad; derechos de participación y de conformación del espacio público; derechos del entorno laboral y empresarial; derechos digitales en entornos específicos y derechos de garantías y eficacia.
Mientras se exige a los Estados miembros que lleven a cabo todas las acciones necesarias para la consecución de los objetivos expuestos en dicha Declaración, UNESCO se ha comprometido a hacer una evaluación periódica de los Estados mediante debates públicos transparentes con la esperanza de concienciar sobre la relevancia que tiene regular y proteger a la ciudadanía del avance tecnológico. Aunque el texto no es legalmente vinculante, servirá como guía de recomendaciones para aquellos 193 Estados miembros que han adoptado la Declaración.
Texto: Naiara Nájera Etxeandia
Fuentes: